Y el alma florecerá

Bajo la persistente lluvia, el viento implacable y bajo la débil protección de su paraguas, María camina lenta, vacilante y taciturna, pensando en el futuro inmediato, se preguntaba la razón por la que se sentía fracasada a pesar de haber logrado varias metas que se había trazado, no le faltaba de nada y estaba en una fase exitosa de su carrera, María no encontraba una razón lógica para sentirse así, en el fondo sabía que tenía que hacer algo rápido, porque si existe algo que puede robar años de felicidad es el sentimiento de frustración, ese día lluvioso María cambió por completo.

Una casa

María regreso a su casa, se secó los pies, dejo reposando el paraguas y tomó un té que le prepararon unas manos cariñosas, y al sentir lo cálido del ambiente se sintió segura y la melancolía que sentía fuera de casa desapareció, fue remplazada por un sentimiento de calma, su respiración se volvió serena, el blanco de las paredes brillaban para ella y se comprometió consigo misma a ayudar a que su casa permaneciera como un lugar limpio, ordenado, cómodo, iluminado , ventilado, sereno y al mismo tiempo alegre. María sabia que era afortunada por tener una casa.

Una Cama

Llegada la noche María se sentó en su cama , tocó el colchón y sus sábanas eran suaves, firmes, su almohada se adaptaba perfectamente a su cuello , tenía una cama cálida y cómoda, ¡ Una cama! tengo una cama, pensó María, allí podía pasar las próximas horas, descansar y recuperar fuerzas, resumió en su mente lo vivido durante ese día y agradeció profundamente la voz que le dijo ¡ Buenas noches !, María se sintió bendecida por tener una cama.

Agua y comida

Siete de la mañana, María se ducha con agua caliente y al salir de la ducha viene a su mente un documental que vio hace años sobre las penurias que pasan pueblos enteros por la falta de agua, María se sentía privilegiada de tener acceso a agua limpia y potable.

Son las siete y treinta de la mañana , María tiene media hora mas para desayunar, lo que le permitió saborear bien la comida, pensó que puede escoger que comer y como comerlo. Tenía comida para el resto del día, ella sabia que hay millones de personas que no saben si comerán hoy. María se sentía protegida por tener comida.

El amor

María tenía a alguien que estaba pendiente si había comido, dormido bien, que tenía detalles con ella, que le corregía, que le amaba y le respetaba, que le sonreía y que le mostraba con hechos su apoyo siempre, María entendió finalmente que lo tenia todo, era afortunada, privilegiada, bendecida y estaba segura, por fin descubrió la clave para vencer la frustración, la melancolía y los sentimientos tristes, ¡AGRADECER! la gratitud le daría la base para seguir siendo una persona firme, valiente, alegre y trabajadora. La casa se convirtió en un hogar, la cama en un paraíso, el agua en elixir , la comida en un manjar y sus seres queridos en un tesoro.

Agradezcamos y nuestra alma florecerá.

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